El ultrasonido morfológico fetal es uno de los estudios más importantes que se debe realizar durante el embarazo entre las semanas 20 y 24. En estas semanas el feto tiene el tamaño indicado para observar e identificar las diferentes partes del feto que en otros momentos del embarazo serían más difíciles de evaluar.
Brinda información importante sobre el desarrollo del bebe mediante un minucioso y detallado estudio para revisar cabeza, cara, columna, abdomen, tórax y extremidades, permitiendo detectar posibles anomalías que permitan al médico tratante definir una ruta de manejo adecuado para el bebé y la madre.
No solo el feto se evalúa; también, se evalúa la posición de la placenta, la cantidad de líquido amniótico y la biometría fetal, la cual facilita establecer parámetros más exactos del crecimiento fetal.